Empiezas con tus clases, como siempre una o dos horas de
aprender o solo escuchar al maestro, como sea
el caso solo quieres salir y justo cuando el maestro dice: “ya pueden
salir”, sales corriendo pues necesitas un respiro, en 5 minutos te enteras de
todo lo que no sabias o compras algo de comer o te fumas un cigarro (cosa que
por una ley tonta ya no se puede hacer), para entrar a tus siguientes clases,
tratas de poner toda la atención posible. Pero cuando el maestro no llega, puf!
Te emocionas tanto, tienes una hora para estar afuera.
Pasa la feliz hora y regresas a tu clase tranquila, sigues
aprendiendo mil cosas que nunca te imaginaste, tu cabeza se llena de
información, la noche comienza a caer y eso te dice que la hora de ir a tu casa
está por llegar. Cuando esa hora llega sales feliz, con hambre o con sueño,
pero sabiendo que este día fue bueno o malo pero aprendiste y te emociona la
idea de saber que el día siguiente, de nuevo clases y amigos, puede ser el
mejor de toda tu vida… y si dentro de tu escuela el colegio de bachilleres.
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